20 de febrer de 2017 //
Que la Justicia en España no es igual para todos no es descubrir la pólvora. Cientos de trabajadores en los últimos años han sido condenados o están a la espera de juicios por participar en huelgas, concentraciones y manifestaciones por reivindicar sus derechos. Otras muchas personas han sido condenadas o enjuiciadas por manifestar sus opiniones contra el franquismo, la monarquía o el antipopular gobierno de turno. Miles sufren desahucios, embargos, en sentencias que favorecen a la banca quedando en la más absoluta desprotección. Otros centenares entran en los CIES por el simple hecho de ser migrantes en una situación de inseguridad jurídica absoluta. Y muchas familias aun no han podido enterrar a sus muertos, represaliados por el franquismo porque no se aplica la débil ley de Memoria Histórica. En definitiva, contra la clase obrera, contra el pueblo, los desprotegidos, se aplican leyes represivas, como la llamada Mordaza, con contundencia. Doble rasero de aplicar la justicia.
Con el caso Nóos, en que están implicados la infanta Cristina de Borbón y su esposo Urdargarin, se ha vuelto a dar otra vuelta de tuerca en ese doble rasero que ya veníamos contemplando con los casos de corrupción de la Gurtel, Púnica, los ERE; la impunidad del terrorismo de estado ejercido con los GAL y otros centenares de causas que, pese a la gravedad de lo que se enjuicia, terminan en leves penas y multas que, en caso de ingresar en prisión, que son los menos, apenas si cumplen el mínimo exigido por la ley beneficiándose de múltiples triquiñuelas legales que les permiten campar a sus anchas de nuevo. De este modo, ya está circulando la noticia de qué es posible que Urdargarin no pise la cárcel.
El calado de este juicio a la hija del Juan Carlos I y su marido va más allá de la sentencia judicial (con ser grave la levedad de la condena) porque ha sacado a la luz, por enésima vez, la esencia misma de una monarquía impuesta por el franquismo y blindada constitucionalmente, colocando al rey por encima de la Ley. Y cuando con los escándalos financieros y de alcoba ya no se puede ocultar a la realidad, la oligarquía actúa con descaro influyendo en la justicia mediante todas los medidas posibles (presiones a la judicatura, medios de comunicación, influencias, etc.), y utilizando al partido y gobierno de turno en su defensa (como ha sucedido ahora con PP, PSOE y Ciudadanos que venden la idea de “que la justicia es igual para todos” o Podemos e IU que, lejos de cuestionar a la monarquía, solo ven “insuficiente” las penas o que “los Borbones siempre se libran de sus delitos”).
Federación de Republicanos (RPS) denuncia la impunidad de la monarquía y hace un llamamiento a la clase obrera, a las clases populares, a toda las personas de izquierda a organizarse y unirse por la ruptura con la monarquía corrupta y de los mercados y producir el verdadero cambio que la inmensa mayoría anhelamos con el advenimiento de la III República.
Federación de Republicanos (RPS)